lunes, 20 de abril de 2009

Otro

Se suma un reconocimiento de paternidad al presidente paraguayo.

Paraguay es un país chico y donde todos se conocen. Es difícil mantener un secreto, y fácil conseguir información. Desde los tiempos donde la figura de Fernando Lugo adquirió un tinte político, se venía diciendo que tenía un hijo. Podía haber sido malicia o una maniobra política;pero también podía ser cierto.

El hijo ya reconocido de Lugo con Viviana Carillo estaba en gestación cuando renunció al ministerio sacerdotal. Ahí tenemos un hijo en su haber; pero se hablaban de al menos dos niños. No podía pasar mucho tiempo sin que aparezca si la historia era verdad, al menos que la madre venda su silencio.

No lo hizo
.

Aún está por comprobarse si realmente es su hijo, pero a muchos no les queda la menor duda. No estoy segura que el impacto del segundo hijo sea mayor que el del primero. Sólo espero que, si es su hijo, asuma su responsabilidad una vez más.

Me atrevo a tomar prestada una línea de pensamiento que leí en el blog de Alfredo Boccia. Para definir a Fernando Lugo como buen o mal presidente, vamos a tener en cuenta si mejoró los grandes ejes problemáticos del Paraguay: salud, educación, trabajo y seguridad, no si es un santo o no. No nos sirve de nada tener un presidente "buen tipo" y que no cambie la realidad; para eso se le eligió. Si tuvo hijos, que lo juzgue Dios, quitemos lecciones de ello.

¿Faltó a su promesa a Dios? Sí, lo hizo. Pero que se las vea con Dios. Yo creo en un Dios de perdón, para aquel que lo busca. Incluso para Fernando Lugo.

1 comentario:

Matías dijo...

¡Claro!
Es un asunto que no debería afectar a su deber como presidente de la República.